
El inventario moral es una lista de los bloqueos que no nos dejan expresar a Dios plenamente. El objetivo de la lista es hacernos concientes del camino que todavía nos falta por recorrer. Podemos hacer la lista poniendo nuestras debilidades en orden de mayor a menor.
Lo primero de la lista debe ser nuestro mayor bloqueo, nuestro mayor defecto. Enseguida debemos hacer un trabajo psicológico personal en el cual podamos encontrar la causa de ese defecto y podamos entender como actúa, como se manifiesta en nuestra vida. Para hacer eso debemos estudiar y practicar minuciosamente la Clave 2 del libro: “Las 7 claves para el despertar espiritual”. Allí encontraremos una manera formidable de darle sentido a nuestra lista.
Una vez que hemos escrito nuestro mayor defecto y lo hemos sometido al escrutinio de la Clave 2 del libro, estamos listos para anotar el segundo mayor defecto y hacer lo mismo. Luego repetiremos el ejercicio con el tercero, etc. Pero no tenemos que empezar a trascender todos los defectos de nuestra lista de una vez. Empecemos por poner todo nuestro empeño y energía en el primero, si nos quedan fuerzas, hagámoslo en el segundo y si todavía podemos, hagámoslo en el tercero. Lo importante es que esto no se convierta en una carga para nosotros. Pero puede que, estando trabajando en los primeros, vayamos a los últimos defectos de la lista y encontremos que hay algunos que los podemos cambiar fácilmente, que no necesitamos sino un mero cambio de actitud.
Este es el trabajo que han hecho los grandes Maestros de todas las eras. Ellos se han hecho responsables de su psicología y ha ido detrás de cada bloqueo hasta sentir que lo han debilitado, luego han seguido con el próximo y el próximo hasta tener cierto domino sobre sus vidas.
Lo importante es que cuando decidas superar un bloqueo determinado, además de hacer el trabajo que hemos descrito, investigues a cerca de él, busques a personas o grupos de ayuda que lo superaron para que te guíen, puedes leer libros o artículos a cera de ese bloqueo.
Después empiezas a observar detalladamente cómo es que este defecto se manifiesta en tu vida, en tu mente, en tus relaciones con los demás, etc. Puedes ir a la Clave 6 del libro: “Las 7 claves para el despertar espiritual” y entender mejor como opera tu ego en ese aspecto en particular.
Esto te permite tomar control sobre tu vida. Cuando sabes cómo, cuándo, dónde y porqué se manifiesta tu defecto, entonces te puedes adelantar a las circunstancias para superarlo. Empiezas a comprender que realmente no vale la pena dejar que se manifieste, te das cuenta de que las consecuencias son peores que lo que “disfrutas” sacando ese aspecto de tu ego a flote.
Todo esto lo haces mientras entregas tu vida a Dios. Tú por ti solo no puedes superar a tu ego, solo invocando la Fuerza del Dios que eres puedes realmente tener la firmeza y el Poder para trascender tu propia creación.
Algo muy importante en este punto es evitar que te vuelvas un psico-rígido en cuanto a tu ego. Puede que después de hacer la lista esperes superar todo eso y alcanzar la perfección. Una vez un hombre miró a Jesús y le dijo: “Maestro bueno”. Jesús le replico: “No me llames bueno, que bueno no es sino Dios”. Eso nos revela que como humanos, mientras estemos viviendo en la carne nunca podremos alcanzar la perfección total. La perfección humana simplemente no existe, Dios en nosotros es perfecto, pero nosotros como humanos somos humanos.
Nuestro trabajo en la psicología personal no consiste en llegar a ser perfectos. Simplemente partimos de un rango en el cual el ego controla el 90, el 60, o el 50% de nuestra vida. Nuestra meta es superar esa estadística y dejar que el Dios que somos tome el comando del 51% de nuestra existencia. Después avanzaremos más y llegaremos a tener control Divino sobre el 70, el 80 y hasta el 90% de nuestro mundo.
Pero no podemos llegar a creer que algún día –en esta tierra- seremos 100% Dios y 0% ego. Eso no puede suceder porque la naturaleza intrínseca del mundo material es la dualidad. El universo fue creado deliberadamente con conciencia de dualidad, pero eso no es malo, lo que sucede es que Dios quería saber que se sentía creerse separado de sí mismo; y la manera de hacerlo fue creando un universo con conciencia de dualidad y bajando a él a través de ti. Si, tú eres Dios experimentando la dualidad.
Así que no te sientas culpable porque no puedas alcanzar la perfección total en este mundo. Piensa en esto, como humano solo eres la punta del iceberg de un Ser más grande. Así que ahora puedes saber que tu más alta identidad, el Dios que eres, es perfecto. Digamos que el ser humano que canta y baila es tan solo el 1% de un Espíritu Eterno y perfecto. De modo que no te preocupes, el 99% de ti es perfecto. Algún día soltarás ese molde mortal y te unirás al Dios que eres llegando a ser 100% perfección. Pero eso no sucederá mientras estés aquí. Si estás en la tierra es porque tienes una tarea que cumplir, y tu tarea es traer ese 99% del Reino de Dios que hay dentro de ti a este mundo.
El mayor obstáculo para que puedas hacer este inventario moral son el orgullo y el miedo. El orgullo te dirá que tú no necesitas hacer el inventario, que eres demasiado avanzado espiritualmente como para hacer esas tonterías, que eso es para los débiles. Pues bien, si piensas así, deberías poner el orgullo de primero en la lista. Se necesita humildad para admitir tus flaquezas y defectos.
El miedo te dirá que no hagas esa lista. Duele hacerse conciente de defectos que te avergüenzan, pues bien, no sientas vergüenza. Dios te ama y te acepta como eres en este momento. La Comunidad te ama y te acepta como eres, no tienes porque sentir alguna clase de vergüenza. Levanta la cabeza y no temas.