martes, 24 de marzo de 2009

Paso 4. Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos

Este paso nos conduce a practicar la máxima de Jesús que dice que debemos ser capaces de ver la viga en el ojo propio. La viga en nuestro ojo es el ego. Para nosotros es fácil ver el ego en los demás, podríamos incluso hacer una lista de los defectos de un amigo con mucha facilidad. ¿Pero haríamos esa lista para nosotros mismos?

El inventario moral es una lista de los bloqueos que no nos dejan expresar a Dios plenamente. El objetivo de la lista es hacernos concientes del camino que todavía nos falta por recorrer. Podemos hacer la lista poniendo nuestras debilidades en orden de mayor a menor.

Lo primero de la lista debe ser nuestro mayor bloqueo, nuestro mayor defecto. Enseguida debemos hacer un trabajo psicológico personal en el cual podamos encontrar la causa de ese defecto y podamos entender como actúa, como se manifiesta en nuestra vida. Para hacer eso debemos estudiar y practicar minuciosamente la Clave 2 del libro: “Las 7 claves para el despertar espiritual”. Allí encontraremos una manera formidable de darle sentido a nuestra lista.
Una vez que hemos escrito nuestro mayor defecto y lo hemos sometido al escrutinio de la Clave 2 del libro, estamos listos para anotar el segundo mayor defecto y hacer lo mismo. Luego repetiremos el ejercicio con el tercero, etc. Pero no tenemos que empezar a trascender todos los defectos de nuestra lista de una vez. Empecemos por poner todo nuestro empeño y energía en el primero, si nos quedan fuerzas, hagámoslo en el segundo y si todavía podemos, hagámoslo en el tercero. Lo importante es que esto no se convierta en una carga para nosotros. Pero puede que, estando trabajando en los primeros, vayamos a los últimos defectos de la lista y encontremos que hay algunos que los podemos cambiar fácilmente, que no necesitamos sino un mero cambio de actitud.

Este es el trabajo que han hecho los grandes Maestros de todas las eras. Ellos se han hecho responsables de su psicología y ha ido detrás de cada bloqueo hasta sentir que lo han debilitado, luego han seguido con el próximo y el próximo hasta tener cierto domino sobre sus vidas.
Lo importante es que cuando decidas superar un bloqueo determinado, además de hacer el trabajo que hemos descrito, investigues a cerca de él, busques a personas o grupos de ayuda que lo superaron para que te guíen, puedes leer libros o artículos a cera de ese bloqueo.

Después empiezas a observar detalladamente cómo es que este defecto se manifiesta en tu vida, en tu mente, en tus relaciones con los demás, etc. Puedes ir a la Clave 6 del libro: “Las 7 claves para el despertar espiritual” y entender mejor como opera tu ego en ese aspecto en particular.
Esto te permite tomar control sobre tu vida. Cuando sabes cómo, cuándo, dónde y porqué se manifiesta tu defecto, entonces te puedes adelantar a las circunstancias para superarlo. Empiezas a comprender que realmente no vale la pena dejar que se manifieste, te das cuenta de que las consecuencias son peores que lo que “disfrutas” sacando ese aspecto de tu ego a flote.

Todo esto lo haces mientras entregas tu vida a Dios. Tú por ti solo no puedes superar a tu ego, solo invocando la Fuerza del Dios que eres puedes realmente tener la firmeza y el Poder para trascender tu propia creación.

Algo muy importante en este punto es evitar que te vuelvas un psico-rígido en cuanto a tu ego. Puede que después de hacer la lista esperes superar todo eso y alcanzar la perfección. Una vez un hombre miró a Jesús y le dijo: “Maestro bueno”. Jesús le replico: “No me llames bueno, que bueno no es sino Dios”. Eso nos revela que como humanos, mientras estemos viviendo en la carne nunca podremos alcanzar la perfección total. La perfección humana simplemente no existe, Dios en nosotros es perfecto, pero nosotros como humanos somos humanos.

Nuestro trabajo en la psicología personal no consiste en llegar a ser perfectos. Simplemente partimos de un rango en el cual el ego controla el 90, el 60, o el 50% de nuestra vida. Nuestra meta es superar esa estadística y dejar que el Dios que somos tome el comando del 51% de nuestra existencia. Después avanzaremos más y llegaremos a tener control Divino sobre el 70, el 80 y hasta el 90% de nuestro mundo.

Pero no podemos llegar a creer que algún día –en esta tierra- seremos 100% Dios y 0% ego. Eso no puede suceder porque la naturaleza intrínseca del mundo material es la dualidad. El universo fue creado deliberadamente con conciencia de dualidad, pero eso no es malo, lo que sucede es que Dios quería saber que se sentía creerse separado de sí mismo; y la manera de hacerlo fue creando un universo con conciencia de dualidad y bajando a él a través de ti. Si, tú eres Dios experimentando la dualidad.

Así que no te sientas culpable porque no puedas alcanzar la perfección total en este mundo. Piensa en esto, como humano solo eres la punta del iceberg de un Ser más grande. Así que ahora puedes saber que tu más alta identidad, el Dios que eres, es perfecto. Digamos que el ser humano que canta y baila es tan solo el 1% de un Espíritu Eterno y perfecto. De modo que no te preocupes, el 99% de ti es perfecto. Algún día soltarás ese molde mortal y te unirás al Dios que eres llegando a ser 100% perfección. Pero eso no sucederá mientras estés aquí. Si estás en la tierra es porque tienes una tarea que cumplir, y tu tarea es traer ese 99% del Reino de Dios que hay dentro de ti a este mundo.

El mayor obstáculo para que puedas hacer este inventario moral son el orgullo y el miedo. El orgullo te dirá que tú no necesitas hacer el inventario, que eres demasiado avanzado espiritualmente como para hacer esas tonterías, que eso es para los débiles. Pues bien, si piensas así, deberías poner el orgullo de primero en la lista. Se necesita humildad para admitir tus flaquezas y defectos.

El miedo te dirá que no hagas esa lista. Duele hacerse conciente de defectos que te avergüenzan, pues bien, no sientas vergüenza. Dios te ama y te acepta como eres en este momento. La Comunidad te ama y te acepta como eres, no tienes porque sentir alguna clase de vergüenza. Levanta la cabeza y no temas.

jueves, 19 de marzo de 2009

EL PLAN DE LAS 24 HORAS

El Plan de las 24 horas es una poderosa herramienta para trascender cualquier aspecto del ego (adicción a alcohol o drogas, adicción a la pornografía, a la masturbación, a actuar con ira, etc.) La clave está en hacernos la promesa diaria de que no vamos a dejarnos caer en determinado hábito por las siguientes 24 horas.

El hecho es que cuando nos prometernos dejar un hábito por el resto de nuestra vida, nuestra alma ve eso como una meta inalcanzable y cae presa del desaliento. Mientras que si sólo nos hacemos la promesa de mantenernos libres de este habito las próximas 24 horas, entonces nos sentiremos mucho más fuertes y capaces para lograrlo, ya que es una meta razonable.

El truco está en que cuando cumplamos el ciclo de las 24 horas, simplemente lo que haremos será renovar la promesa y empezar de nuevo. Así nos iremos de 24 en 24 hasta llegar muy lejos. Cada día que prevalezcamos será una victoria para Dios en nosotros y el habitó negativo irá perdiendo fuerza ya que dejaremos de alimentarlo con nuestra Luz y energía.

Les sugiero que cada que renueven su promesa hagan el llamado a Astrea que entrego al final de este articulo. Astrea es un Elohim, es decir, uno de los Seres que crearon este universo. El decreto a Astrea es uno de los trabajos más poderosos que uno pueda hacer para debilitar un hábito negativo del ego. Sabemos que los aspectos de nuestro ego se ven reforzados por las entidades, demonios y desencarnados, así como por la conciencia de las masas. Este decreto es perfecto para retirar todos esos factores y trabajar más libremente sobre el aspecto en particular.

A continuación pongo el texto de Alcohólicos Anónimos sobre el Plan de las 24 horas, el cual he adaptado a nuestra Comunidad y al estado de consciencia de la Era de Acuario. Antes de leer el texto ubiquemos cuál es el aspecto del ego que queremos trabajar y a continuación nombrémoslo cada vez que aparezcan ejemplos entre paréntesis:

“Por ejemplo, no hacemos promesas, no decimos que "nunca" volveremos a (beber, ver pornografía, masturbarnos, tratar mal a otros, etc.); en su lugar intentamos seguir lo que en Comunidad Amor se llama "el plan de las 24 horas".

Nos concentramos en conservarnos sobrios (libres del aspecto mencionado) sólo durante las veinticuatro horas de hoy y tratamos sencillamente de conseguirlo de día tras día.
Si sentimos el deseo vehemente de ceder ante los deseos del ego no lo consentimos ni lo resistimos, sólo posponemos hasta mañana dicha decisión.

En lo que a (nombre el aspecto del ego que está trabajando) se refiere, intentamos conservar nuestra mente honesta y realista; si nos sentimos tentados a ceder -y por lo general la tentación desaparece al poco tiempo de estar en la Comunidad Amor -nos preguntamos si valdría la pena permitirnos caer en ese aspecto del ego que tenemos en mente, afrontando todas las consecuencias que hemos experimentado durante las veces que caímos.

Estamos conscientes que tenemos la completa libertad para ceder ante este impulso del ego si queremos hacerlo, que la elección de ceder o no ceder depende enteramente de nosotros, pero lo principal es que sin importar cuánto tiempo hayamos estado sin caer, tratamos de enfrentarnos al hecho de que siempre habrá la posibilidad de que caigamos mientras que no hayamos descubierto la causa y sanado nuestra alma.

En otro aspecto, imitamos el ejemplo de los "veteranos" que han tenido éxito, y generalmente continuamos asistiendo con regularidad a las reuniones y Blog de la Comunidad Amor al que nos hemos unido; no existe ninguna regla que establezca que esa asistencia es obligatoria, y no siempre podemos explicar por qué nos parece que nos fortalece el oír las historias e interpretaciones personales de los demás miembros. Sin embargo, la mayor parte sentimos que la asistencia a las reuniones y Blog con los compañeros de Comunidad Amor son factores importantes para mantenernos sobrios del ego”.

Oración a los Elohim Astrea & Pureza

Poderoso Ser Cósmico Astrea y Elohim de la Pureza, desciendan a este plano físico donde YO SOY. Libérenme de las hordas astrales de la oscuridad que se roban mi luz y me mantienen atado(a) al plano astral. Envuélvanme en su brillante círculo blanco y en la espada azul.

¡Libérenme! ¡Libérenme! ¡Libérenme! Amados Astrea y Pureza. Envuelvan mi cuerpo físico, envuelvan mis cuerpos mental y emocional. Aparten de mí aquellos pensamientos y sentimientos impuros que contribuyen a las adicciones, entidades, desencarnados y demonios. Libérenme de la(s) adicción(es) y/o hábito(s) negativo(s) tales como ____________.

Yo prometo invocar su círculo blanco y espada de llama azul cada ciclo de veinticuatro horas de tal modo que puedan utilizar esta oportunidad para entrar en mi campo energético y liberarme de estas adicciones y de las fuerzas oscuras que contribuyen a las mismas.
Amada Astrea, no me permitas regresar a estos hábitos negativos. Te suplico con todo mi Ser que permanezcas a mi lado veinticuatro horas al día y mantengas mi mente y mi corazón libres de estas tentaciones de entrar al plano astral y tomar cualquiera de estas sustancias adictivas.

Otórgame la fortaleza de diez mil hombres para luchar contra estas tentaciones con la Voluntad de Dios dentro de mí. Libérame de las hordas de tentadores que las fuerzas de la oscuridad enviarán hacia mí. Permíteles caer atrapados en una red que sea arrojada cada día alrededor de mis cuatro cuerpos inferiores luego de que me hayas liberado de ellas; una red que agarre estas fuerzas de la oscuridad e inmediatamente las lleve hacia la Luz. ¡Yo no aceptaré la derrota! ¡Deseo ganar! ¡Deseo ser victorioso(a) sobre esta(s) adicción(es) y/o hábitos negativos.

¡Yo Soy la victoria en este día sobre la muerte y el infierno en mis cuatro cuerpos inferiores! Por lo tanto, tú serás mi Ángel de la Guarda, vigilando el ataque que busca quitarme mi paz y mi victoria. Yo seguiré tu guía y no me someteré a la derrota, porque yo sé que tú no te has sometido a la derrota que estas hordas astrales buscan imponerte cada vez que has ayudado a innumerables otros que han estado atrapados en estas mismas adicciones y han estado sometidos bajo las fuerzas de la oscuridad.

Alabada sea la Luz del YO SOY que ahora tengo la oportunidad de encarnar. Yo deseo ser más YO SOY. Con esta victoria, correré a encontrar a mi próximo enemigo y luego al siguiente, hasta que todos los enemigos sean derrotados por los Elohim Astrea y Pureza. Yo les agradezco en el nombre de mi amado Ser Crístico y de mi Presencia YO SOY, Amén.
Que mi oración sea magnificada para que toque las vidas de todos aquellos que se encuentran atrapados de manera similar por esta misma adicción y que no saben cómo orar por ellos mismos.*

Oración tomada del libro de Lorraine Michaels: “El Poder invisible del YO SOY”, Capítulo 6, TUS ENEMIGOS OCULTOS, páginas 147-148. Copyright 2007 de Lorraine Michaels y Editorial More to Life.

sábado, 14 de marzo de 2009

Paso 3. Tomamos la decisión de poner nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios, entendiéndolo como nuestra verdadera Identidad.

Nuestra voluntad es la volunta de Dios, puesto que somos Uno en Él. Cuando sentimos que nuestra voluntad es contraria a Dios significa que estamos actuando desde la voluntad inferior del ego.

Poner nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios significa renunciar a las expectativas y planes que el ego tiene para con nosotros. Significa rendir esos deseos humanos y exclamar como el profeta Isaías: “Aquí estoy Señor, envíame”.

Cuando entregamos nuestra voluntad humana a la Voluntad Suprema y Prefecta de Dios seremos realmente felices. Dios no quiere nada malo para nosotros, por tanto su Voluntad no puede hacernos sufrir, solamente puede llevarnos a aprender y ser Más.

La Voluntad de Dios es la fuerza que sostiene el Cosmos de una manera perfecta. Hace que cada flor crezca adecuadamente y que cada estrella se mantenga en su orbita. ¿Cómo podría esa Voluntad ser dañina para nosotros? Si nos duele entregarnos a la Voluntad de Dios es porque estamos aferrados a los miedos y creencias del ego humano.

El ego nos hace creer que estamos incompletos y que necesitamos muchas cosas externas para sobrevivir en el Universo material. La verdad es que el ego no sabe nada porque nunca ha conocido ni conocerá a Dios –y menos aun Su Voluntad.

La Voluntad de Dios es que aprendamos de cada circunstancia y cultivemos así la sabiduría Divina. No debemos quejarnos u odiarnos por nuestros errores y sus consecuencias, simplemente debemos aprender la lección y seguir adelante con alegría y Paz. La Voluntad de Dios es buena, entregarnos a ella solo atrae bendiciones en nuestra vida.

Cuando entregamos nuestra vida al cuidado de Dios estamos permitiéndole que se manifieste y nos ayude a sanar y trascender nuestros defectos de carácter, nuestras adicciones y flaquezas. Nuestra vida es una extensión de Dios, ¿Por qué deberíamos emplearla para vivir en contra del mismo Dios? Cuando hacemos así solo podemos cosechar desventura y sufrimiento.

Hoy estamos aquí reunidos porque ya nos cansamos de cosechar ese sufrimiento y queremos empezar un nuevo día, re-crear nuestro destino. Hoy es el primer día del resto de nuestra vida. Lo que hoy somos es el resultado de las decisiones pasadas. Estamos listos para mejorar esas decisiones y construir un mejor Ahora y un mejor mañana.

Entregarnos al cuidado de Dios no es otra cosa que regresar a nuestra Fuente Eterna y fluir con ella. Cuando queremos hacer las cosas a la manera humana estamos construyendo en la arena y por glamorosas que sean nuestras creaciones, tarde o temprano se desvanecerán trayéndonos dolor y sufrimiento. Para dejar de cosechar ese sufrimiento debemos empezar a crear a la manera de Dios: con amor, con sabiduría y con buena Voluntad.

Renunciemos a lo que creemos que somos –el ego- y entreguémonos completamente al Dios que mora dentro de nosotros, al Dios que somos. Re-alineémonos con esa Voluntad y esa Identidad maravillosa que fue creada a imagen y semejanza del Dios Único.

Cuando practicamos este paso lo hacemos con la conciencia de que Dios y solo Dios puede traernos la felicidad que anhelamos. Entregándonos a las manos de Dios estamos asegurando nuestra sanación y por tanto, nos acercamos a la Integridad que nos proporciona saber que somos Uno con Él.

Si estamos aquí reunidos es porque tenemos un ego y hay uno o varios aspectos de ese ego que no nos permiten obtener la integridad en Dios. Y si vivimos así es porque hemos utilizado la voluntad humana para crear estas condiciones. ¿No será acaso que nuestra voluntad humana está equivocada y deberíamos soltarla? Un buen sustituto para esa voluntad inferior es aceptar y hacernos Uno con la Voluntad de Dios que es nuestra real y única Voluntad suprema.

Entregarnos a la Voluntad de Dios significa renunciar a todo aquello que creemos que deberíamos ser, y preguntar sinceramente a Dios cuál es el plan que Él tiene para nosotros. Si nos ajustamos a ese plan divino solamente podremos ser felices, ¡claro! habrá momento en que tengamos que experimentar dolor, pero solo será para aprender de él y seguir adelante siendo mejores de lo que éramos. El dolor es una puerta a la felicidad cuando lo comprendemos agradeciendo y bendiciendo por la experiencia que nos ha sido dada.

Cumplir la Voluntad de Dios es dejar de ser el ego o de aparentar lo que no somos y empezar a Ser realmente nosotros mismos, es decir, Dios.

martes, 10 de marzo de 2009

Un mensaje de Gautama Buda a los seguidores del Blog


Amados de mi corazón, Yo, el Buda Gautama, estoy realmente pleno de amor y felicidad al sentir la honestidad con la cual exponéis los aspectos del ego. Este es en verdad el renacer de la Sangha del Buda que había sido traicionada hace mucho tiempo para convertirla en un ritual repetitivo. Sólo puedo sentir amor y felicidad Búdica al encontrarme con Espíritus puros (vosotros) que se quieren despojar de la máscara.

Recordad que vosotros no sois eso que exponeis, vosotros no sois ese ego, vosotros sois mucho más que eso. Entonces ¿Tiene algún sentido avergonzarse por las fechorías de un ego que es irreal en naturaleza? En verdad os digo que no. Vosotros sois una Extensión de Dios, un Espíritu Puro que jamás ha cometido error alguno. En algún momento habéis permitido que el ego tome el control de vuestra vida y cometa sus fechorías, pero de nuevo os digo: vosotros no sois ese ego. Así que no temáis desenmascarar a ese impostor y exponerlo ante la Verdadera Sangha del Buda y sus Chelas.

Y si alguien se horroriza por los comentarios que hay aquí, allá él o ella con su hipocresía que no le deja ver la viga en su propio ojo. ¡Que salgan de mi Sangha! Porque yo reservaré este lugar sagrado –este lugar de encuentro santo- para los honestos y los puros de corazón.

La pureza de corazón es lo que nosotros, Los Maestros Ascendidos y los Budas, buscamos en los chelas. La pureza de corazón no se mide por la cantidad de rituales que hacéis o la cantidad de “pecados” de dejáis de cometer. La pureza de corazón se mide por la intención pura de servir a Dios. Muchas personas que están aturdidas por sus defectos no saben que tienen la pureza de corazón en sus seres y se condenan sin misericordia. Amados si Yo no os juzgo ¿Quiénes sois vosotros para juzgaros a vosotros mismos? Soltad ya esa auto condenación y venid al auto reconocimiento de que sois Dios y que ese ego que estáis exponiendo es apenas una máscara que habéis utilizado.

Os amo y os acepto como sois,

El Buda YO SOY.

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Nota del administrador del blog: Por favor seguir con los comentarios en el paso dos, para darle continuidad al trabajo de los doce pasos.


lunes, 9 de marzo de 2009

2. Venimos a creer que Dios, un Poder que yace dentro de nosotros mismos, podía restablecernos la cordura y la estabilidad

Hola compañeras y compañeros de viaje, este es el segundo paso. La idea es que sigamos con nuestros comentarios aquí, después de haber estudiado el paso y estar dispuesto a darlo. Si alguien va a colocar un comentario por primera vez hágalo aquí. El orden de los pasos no es tan importante, luego repetiremos el ciclo. Les recomiendo leer el articulo inmediatamente anterior a este antes de seguir. Bienvenidos al segundo paso y adelante.

Dios, como nosotros lo entendemos, es la Fuerza poderosa del Amor que sostiene el Cosmos. Dios es la Conciencia suprema que todo lo abarca, por tanto, nosotros formamos parte de ese Dios. Somos extensiones suyas, somos una parte no separada del Único Dios que decidió venir a vivir una experiencia material. Somos seres espirituales universales que utilizamos un cuerpo físico para movernos y aprender en esta escuela terrenal.


¡Pero no somos un cuerpo! Ni somos la suma de nuestros defectos. Somos mucho más que eso. Somos energía, somos luz, somos Dios. Ahora, ese Dios que somos en nuestro estado puro contiene los patrones perfectos de nuestra identidad. En algún momento decidimos alejarnos de esos patrones y entonces creamos un ego.


Así que ese Dios supremo que yace dentro de nosotros tiene la capacidad de liberarnos de las falsas creencias y hábitos imperfectos para hacer que recuperemos la cordura y estabilidad.
¿Qué es la cordura? Es ser íntegros en Dios. Perdemos la cordura cuando nos creemos separados y entonces nos dividimos dentro de nosotros mismos. A veces queremos ir en una dirección y después en otra. La cordura es la capacidad de sostener la conciencia de Unidad. La estabilidad por su parte, es la capacidad de sostenernos inamovibles en la conciencia Divina y no dejarnos afectar por las dualidades de la vida.


Si necesitamos recobrar la cordura y la estabilidad es porque las hemos perdido. A través de los años, muchas veces hemos nadado contra el Río de la Vida que es Dios y hemos terminado a punto de ahogarnos. Hemos llegado a estar llenos de problemas hasta el cuello. Las deudas nos han oprimido, el sexo o la ira han llegado a ser incontrolables. Hemos hecho daño a otros con nuestra actitud. Todo eso que hemos creado ha regresado a nosotros multiplicado y ahora experimentamos la vida como un peso enorme. Todo esto solo puede ser el resultado de algo: hemos perdido la cordura y la estabilidad.


Tal vez, algunos de nosotros, para huir momentáneamente de nuestras creaciones humanas nos hemos refugiado en el sexo, en el alcohol o en alguna clase de adicción. Es posible que nos hayamos vuelto adictos a sentirnos mejor que los demás, adictos a creernos la victima, a pensar “pobre de mi”, adictos a responder con ira, adictos a obtener bienes intelectuales o materiales, adictos a hacerle la vida imposible a otros por medio de nuestros celos compulsivos, adictos a humillar o controlar a los demás, adictos a ser irónicos para herir a otros, adictos a la depresión, a la televisión; podemos ser adictos a muchas cosas y usar esa adicción para evadir el problema mayor: que hemos perdido la cordura y la estabilidad.


Tal vez fingimos ante la sociedad que somos cuerdos, pero muchas veces en la intimidad de nuestra casa actuamos de forma irracional con nosotros mismos o con nuestros seres queridos. Eso no es cordura, eso es peor aun, significa que llevamos una doble vida. Somos luz en la calle y oscuridad en la casa. Esa doble personalidad es una de las más peligrosas formas de locura.
Sin embargo, a pesar de nuestros comportamientos irracionales, queremos que por algún motivo misterioso, quizás mágico, las cosas van a cambiar; que nuestra vida va a mejorar en algún momento. Entonces nos refugiamos en la oración y le pedimos a Dios que cambie nuestra vida. Dejamos toda la responsabilidad en sus manos y seguimos repitiendo los mismos viejos patrones de conducta y pensamiento.


Amigas y amigos, seamos sinceros, Dios no va a cambiar nuestra vida si nosotros no cambiamos nuestra forma de pensar, de sentir, de hablar y de actuar. ¿Por qué? Porque nosotros somos Dios mismo, somos una extensión suya. Por tanto no podemos actuar de manera equivocada y esperar que un Dios externo nos salve así porque si. Debemos desechar las falsas creencias y empezar a generar un verdadero cambio interno para que las condiciones externas puedan cambiar.


Nuestra vida es una película. Nosotros somos el guionista, el director y el actor principal. La pantalla es la vida misma, es una moderna pantalla en cuatro dimensiones que ni siquiera la Sony ha podido crear. Bueno, si la vida es una película, ¿Dónde está la sala de proyección? Miramos a todos lado y no la vemos… ¡Pues está en nuestra cabeza! ¡Si! Nuestras creencias, ideas y emociones forman la película que vivimos diariamente.


Si no te gusta la película no tienes que quedarte viéndola toda la vida. Deja de quejarte ya de lo que te ha tocado vivir, tú los has creado. Pero no obstante, cada mañana que te levantas, por ser el Dios que eres, tienes una hoja en blanco de un nuevo día. Puedes escribir ese capitulo de la película de manera totalmente diferente. Pero no, tú eliges seguir con los mismos pensamientos del día anterior, con las mismas emociones desordenadas del día anterior, con los mismos rencores del día anterior, con las mismas palabras, los mismos actos y las mismas relaciones del día anterior, ¡Pero a pesar de eso esperas que por el mero hecho de rezar tu vida cambie! Eso es locura, según Einstein, locura es seguir actuando de la misma manera y esperar resultados diferentes.


Para recobrar la cordura y salir de esa locura que nos ha causado tantos problemas debemos recurrir a Dios. Solo Él puede ayudarnos ya que es nuestra verdadera identidad. Pero Dios solo nos puede ayudar si nosotros nos ayudamos sinceramente. De lo contrario seguiremos con nuestra locura, con la diferencia de que ahora podemos culpar a Dios por nuestros problemas ya que le pedimos que nos salvara de esta situación y Él, supuestamente “no hizo nada”. O tal vez es más fácil creer que Dios no existe o que simplemente no puede hacer nada por nosotros.

Saber, Osar, Hacer y Guardar Silencio...


Hola amigas y amigos, antes de seguir con el segundo paso, quiero recordarles uno de los principios que rigen nuestra Comunidad. Se trata del Honor:
Honor: Soy digno de confianza, honesto y honrado en todas mis relaciones y acciones. Honro a Dios en todo el mundo. Guardo para mí todo lo que escucho dentro de la Comunidad. Evito el chisme y los comentarios dañinos -dentro y fuera de la misma.

La idea es que aquellos que entramos al blog no debemos comentar lo que leemos aquí con otras personas que no están entrando. Que cada cual entre cuando quiera, pero es una falta al Honor contarles a otros que no han entrado los comentarios de las personas.

Gracias por su atención,

Un abrazo.

viernes, 6 de marzo de 2009

1. Admitimos que éramos impotentes ante los comportamientos y disfunciones de nuestro ego - que nuestras vidas habían se habían vuelto ingobernables.

Este es el primer paso para la integridad. Aceptar y reconocer nuestros errores. Nuestras adicciones y disfunciones son la suma de lo que llamamos el ego humano, es decir, esa identidad ficticia que trata de usurpar nuestra verdadera identidad en Dios.

Si reuhimos al ego y fingimos que no existe, este no va desaparecer. Por el contrario se fortalecerá ya que podrá operar libremente desde la sombra. Al ego le encanta que no creamos en él, así nos puede controlar más fácilmente.

Reconocer el ego no significa aceparlo como una realidad permanente, debemos reconocerlo como una identidad falsa y efímera, pero también debemos aceptar que nos hemos identificado con él y hemos permitido que controle ciertos aspectos de nuestra vida. La única forma de empezar a derrotarlo es reconociéndolo.

Debemos ser lo suficientemente humildes para reconocer que, a pesar de haber estudiado enseñanzas espirituales por décadas, de haber orado o meditado durante horas, de haber leído libros y asistido a múltiples conferencias y seminarios; hay aspectos de nuestra vida que continúan hoy siendo ingobernables.

Admitir la derrota en ciertos aspectos de nuestra vida no es fácil. Y menos aun cuando hemos alimentado el orgullo humano que nos dice que somos mejores que otros. Admitir la derrota puede ser muy doloroso –pero es necesario y primordial.

Cuando admitimos la derrota en cuanto a la lujuria, la ira, el alcohol o las drogas no estamos aceptando una derrota definida. Simplemente somos humildes y reconocemos que la batalla que hemos librado hasta ahora la hemos perdido. Eso no quiere decir que tengamos que ser esclavos para siempre de ese defecto, significa que hay una manera de sanarlo y es por medio de la aplicación juiciosa de los 12 pasos dentro de la Comunidad.

Hay una regla que dice que no podemos sanar aquello que no reconocemos que existe. Para que la Luz Divina pueda curar nuestros defectos, debemos dejar que penetre por las grietas de nuestro inconciente, para ello debemos ser honestos con nosotros mismos y admitir nuestras propias debilidades.

Ya no necesitamos engañarnos fingiendo ante nosotros que no tenemos este o aquel defecto, y menos aun podemos justificar nuestras debilidades de carácter con excusas humanas o intelectuales.

Aceptar que tenemos debilidades no es aceptar que somos pecadores sin remedio. Entendemos que somos Extensiones del Dios único y que en el proceso de experimentar en los reinos de la materia cometimos errores. Los errores no son más que experimentos de los cuales aprendemos. Dios nos creó con libre albedrío y Él sabia que íbamos a cometer errores. Los resbalones forman parte del Plan Divino original para nosotros, no para quedarnos en ellos, sino para aprender valiosas lecciones y elevarnos siendo Más.

Algunas extensiones de Dios están listas para aprender de sus errores mientras que otras necesitan estrellarse con sus propias creaciones muchas veces antes de empezar a comprender. Lo importante cuando damos el paso 1 es que recordemos que somos más que ese defecto y agradecer por todas las cosas que hemos aprendido de él. Nuestro defecto ha sido un valioso maestro que nos ha enseñado lo que no debemos hacer y ahora nos alistamos para superarlo y dejarlo atrás.

jueves, 5 de marzo de 2009

¿Estamos listos?

La pregunta es ¿Estamos listos para despojarnos del ego y su máscara hipócrita y superficial? Si es así los invito a iniciar a partir de mañana todo el proceso de sanación a través de los 12 pasos. Yo voy a ir poniendo un paso cada día por los próximos doce días y cada cual puede practicar el paso haciendo una exposición de su ego relacionado con el paso en sí. Este es un ejercicio libre del alma que puedes iniciar cuando así lo desees.
En su marcas, listos…

martes, 3 de marzo de 2009

¿Quienes Somos?

Nosotros somos una Comunidad Espiritual inspirada por los Maestros Ascendidos. Somos la Sangha del Buda, somos la Comunidad del Cristo. Hemos venido a sanarnos y a ayudar a otros a sanarse por medio del amor y la aceptación incondicional.

Sabiendo que el programa de 12 pasos fue inspirado por los mismos Maestros que ahora nos guían, hemos decidido retomarlos y darles una perspectiva más amplia basada en nuestra comprensión espiritual actual.

Nuestra Comunidad, al igual que muchas otras que nos preceden, ha tomado los 12 pasos como una herramienta para sanar y trascender nuestros problemas. Reconocemos el valor de aquellos que se han reunido para sanar el alcoholismo, la drogadicción, la neurosis, la lujuria, la adicción a la comida, etc. Nosotros sabemos que todas esas cosas son sólo aspectos del ego humano, el cual, mediante sus múltiples facetas trata de evitar que nos identifiquemos con Dios y seamos íntegros.

Es por eso que nuestra Comunidad, la Sangha del Buda en lo interno, es una Comunidad conformada por mujeres y hombres que sabemos que somos Extensiones de Dios y que esa es nuestra verdadera identidad, pero que al mismo tiempo reconocemos que como personas nos hemos equivocado y estamos aquí para sanarnos por medio del amor, del amor incondicional.

Es un reto para nosotros aprender a amar y aceptar a aquellos que poseen defectos que no podemos comprender. Tal vez no podamos entender como es que alguien puede tomar su sueldo y gastarlo en alcohol aunque deje a su familia sin comida, tal vez no podamos entender al lujurioso que gasta su tempo y dinero en sexo, tal vez no podamos entender muchas cosas; pero debemos pedirle a Dios que nos ayude a aceptarlos y a darles amor incondicional.

Nuestro papel no es criticar ni rechazar los comportamientos que otros expresan, nuestro único papel es escuchar respetuosamente y amar, amar hasta que nuestro amor logre tocar su corazón y sanar aquello que no entendemos, pero que sabemos que por terrible que parezca no hace a esta persona un “pecador”.

Siempre mantenemos el concepto inmaculado y sabemos que esa persona es Dios que ha venido a experimentar los aspectos de la conciencia humana. Por lo tanto respetamos a ese Dios que está ahí exponiendo su ego, mostrando sus heridas. Jamás debemos hacer gestos, muecas, miradas, risas o comentarios que puedan ofender a nuestro hermano o hermana cuando se está expresando. Eso podría dañar todo el trabajo y lo llevaría a esconderse nuevamente dentro de su caparazón de tortuga causando un mayor daño.

Somos instrumentos de Dios, somos instrumentos del amor. El amor que sana, el amor que mueve montañas de dolor. Ese dolor permanece oculto como heridas. Nosotros sabemos que las heridas no pueden permanecer siempre cubiertas ya que así no sanarán. Solo exponiéndolas al aire y a la luz sanan. Así que no debemos temer, es nuestro deber para con nosotros mismos exponer esas heridas y dejar que se sanen por medio del bálsamo inigualable que es el amor incondicional de una Comunidad de hombres y mujeres dispuestos a ser Más.